jueves, 17 de septiembre de 2009

CADA COSA AL SEU LLOC

Els eurodiputats socialistes espanyols donen suport a Durao Barroso per garantir-li la continuïtat al capdavant de la Comissió Europea. Nicolas Sarkozy fa saber que Felipe González és el seu candidat per la presidència del Consell. Les coses clares.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

SOBRE LA DERIVA DE PRISA

EL NEW YORK TIMES PREGUNTA A LA ASOCIACIÓN DE INTERNAUTAS
¿Por qué El País ha roto con Zapatero?
La ruptura de El País con Zapatero es un realidad que no ha pasado desapercibida fuera de nuestras fronteras. El New York Times indaga sobre está cuestión en un artículo en el que entre otros, pregunta a la Asociación de Internautas por los motivos. Por su interés reproducimos traducido el citado artículo.
16-09-2009 - El País, en una extraña ruptura con el presidente socialistaCuando los leales lectores abrieron el periódico líder en España, El País, el domingo pasado, puede que algunos derramaran el café con leche de la mañana. El periódico de centro-izquierda de 30 años de vida – por mucho tiempo un apoyo fiable del Partido Socialista en el poder -publicó una fulminante caricatura retratando al primer ministro José Luis Rodríguez Zapatero al timón de un mapa de España hundiéndose, rodeado por tiburones que representaban el paro y el déficit. El País dice que la caricatura del Capitán Zapatero -y la crítica mordaz de las políticas económicas del gobierno Zapatero- es simplemente parte de su cobertura de “la crisis”.Pero otros, dentro y fuera del gobierno, sospechan que la nueva y musculosa cobertura es resultado de un enfrentamiento entre bambalinas entre la compañía matriz del periódico, Grupo Prisa, y un rival, Mediapro, por los derechos sobre la televisión digital concedidos por el gobierno de Zapatero a Mediapro.“El Grupo Prisa se sentía desdeñado y el otro grupo más beneficiado”, dijo Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, un grupo por los derechos en Internet crítico con los tratos del gobierno al respecto de la televisión digital. “Ahora hay una batalla, y la totalidad del grupo es más agresivo con el gobierno.”Este concurso de medios “galácticos” enfrenta a los rivales radicados en los dos centros de poder de España – Mediapro en Barcelona, Grupo Prisa en Madrid – el uno contra el otro. Ambos tienen lazos con el Partido Socialista y aspiraciones globales.El Grupo Prisa es uno de los grupos de medios más grandes en el mundo de habla hispana. Controla El País, que tiene una tirada media diaria de un poco más de 402000 ejemplares, y varias emisoras de radio y televisión. Maltrecho por el descenso de ingresos por publicidad que ha afectado a casi todos los medios,el Grupo Prisa negoció recientemente una ampliación de un crédito a corto plazo de 2000 millones de euros, unos 2900 millones de dólares, y vendió un paquete accionarial del 4.5% por 56 millones de dólares a Talos Partners, una firma de inversiones del sector privado de Nueva York.Mediapro produce y distribuye películas y ha financiado tres cintas de Woody Allen, entre ellas el reciente éxito “Vicky Cristina Barcelona.” Es también el accionista de referencia de La Sexta, una canal de televisión, y pagó más de mil millones de euros por los codiciados derechos de retransmisión de los clubes de fútbol Real Madrid y Barcelona. También ostenta los derechos de otros clúbes de fútbol.A mediados de agosto, Mediapro era el beneficiario principal de un “real decreto” especial aprobado por la vía de urgencia por el gabinete español que abría el camino a la televisión digital terrestre de pago.Casi de inmediato, Mediapro aprovechó la oportunidad de introducir un canal digital de pago, Gol Televisión, el cual vende abonos para la programación dedicada al fútbol.Este paso, planificado para el comienzo a finales de agosto de “La Liga”, la liga española de fútbol, fue una incursión directa en territorio del Grupo Prisa, que posee la plataforma de satélite Digital Plus a través de su filial Sogecable. Tiene su propio canal de fútbol como parte de su paquete de pago premium, aunque paga a Mediapro 700 millones de euros por los derechos a retransmitir los partidos.A Juan Luis Cebrián, jefe del Grupo Prisa y anterior director de El País, se le pusieron los pelos de punta ante la decisión del gobierno, comparándola a voz en grito con los modos de una república bananera y acusando a la administración Zapatero de “intentar someter a los medios” a través de “una guerra contra aquellos que son independientes.”Aún sigue sin pelos en la lengua sobre su visión de la decisión del gobierno.“Este decreto es para asuntos de una extrema emergencia”, dijo el Sr. Cebrián durante una entrevista desde la sede del Grupo Prisa en Madrid, añadiendo, “no creo que esta ley deba ser usada para gobernar favoreciendo a los amigos.”El Sr. Cebrián dijo que apoyaba la llegada de la televisión digital, pero sostuvo que “lo que es realmente grave es el favoritismo empresarial.”Por su parte, Jaume Roures, el consejero delegado de Mediapro, ha concedido entrevistas a los medios de negocios españoles negando que su compañía haya recibido un regalo de la administración Zapatero. En España, dijo, “tenemos una tendencia a buscar motivos políticos detrás de todo.” Tras el fragor de la batalla, el regulador de la competencia español, la Comisión Nacional de Competencia, anunció este mes que estaba comenzando una investigación antimonopolio sobre Mediapro y Gol Televisión. Prisa registró una queja acerca de que el grupo catalán no estaba revendiendo los derechos de emisión de la liga española de fútbol de una forma justa.Con las tensiones empresariales en aumento, los críticos están vigilando de cerca la cobertura del gobierno Zapatero en El País.Destacan, por ejemplo, que el periódico no sólo ha sido duro con el sr. Zapatero sino que también apuntó en dirección al bastión socialista de Barcelona con historias sobre mujeres inmigrantes desesperadas forzadas a tomar hormonas para trabajar más duramente en burdeles supuestamente relacionados con un concejal de Barcelona.No es ésta la primera ruptura del periódico con los socialistas. En 1995, El País publicó una editorial a toda página cuestionando la capacidad de Felipe González Márquez, el entonces presidente, para gobernar entre escándalos de corrupción y agitación política tras 12 años en el poder.Ahora, Javier Moreno Barber, editor de El País, sostiene que el periódico está teniendo una mirada más aspera hacia la administración Zapatero a la cara de la peor crisis económica del país desde la guerra civil de los años 30. El paro se sitúa en el 17.9%, y la nación tiene una déficit presupuestario cercano al 10 por ciento de la producción.“Estamos siendo más duros en nuestra evaluación personal de cómo el gobierno enfrenta la crisis”, dijo el sr. Moreno. “No hay duda de ello. Pero yo descartaría que sea a causa del problema que tuvimos este verano. Somos más ásperos ahora porque comenzamos a ver que Francia y Alemania se recuperan.”Además, la cobertura mediática deja a algunos lectores históricos un poco aturdidos. La historia crítica de la portada de negocios que acompañaba a la caricatura del capitán Zapatero provocó un furioso debate, con más de 600 lectores escribiendo comentarios on-line. Uno de los lectores perplejos fue José Antonio Martínez Soler, director ejecutivo de 20 Minutos en Madrid y antiguo periodista de El País.Cuando su mujer abrió el periódico por la caricatura, se giró hacia él y dijo, “Éste no es mi El País”, recordó Soler. Pero el sr. Martínez Soler dijo que pensaba que el problema crecería aún más y que la batalla entre el Grupo Prisa y Mediapro por la televisión digital de pago no era más que un punto de no retorno.“Es mucho más complicado”, dijo. “El País nunca ha tenido la misma relación con Zapatero que con Felipe.”Añadió que bajo liderazgo y propiedad de Jesús de Polanco, que murió en 2007, el Grupo Prisa no había tenido grandes problemas con la administración Zapatero pero que eso había cambiado con el sr. Cebrián, que no es el propietario -dijo- y no es un diplomático.En una rueda de prensa a finales de agosto, el sr. Zapatero terció con su razonamiento del decreto de la televisión por la vía de urgencia. El gobierno, dijo, se ha movido rápido para que España no quede bajo otros países europeos y también para que la industria se diversificara con la posibilidad de ofrecer canales alternativos.“Los hechos son incontestables” -dijo- que una mayor diversificación beneficiaría a “el país”. Entonces, al descubrir que la gente podría pensar que se refería a El País, el periódico, corrigió rápidamente quién sacaría provecho: “La nación, por supuesto”.Traducción del artículo El País in Rare Break With Socialist Leader de DOREEN CARVAJAL en el NEW YORK TIMES

REFORMA LABORAL O CANVI SOCIAL

Cal canviar les normes que regulen el mercat de treball. És una necessitat urgent. Són molts els que diuen que el pitjor de la crisi ja ha quedat enrera, que la recuperació arribarà potser una mica més tard del previst, però que ja es pot veure llum al final del túnel, que a l’economia es poden apreciar alguns “brots verds”... Altres són més pessimistes. Hi ha qui s’esforça en explicar que la davallada econòmica no és conjuntural i que el problema es troba en el sistema, en la irracionalitat del mercat, en l’essència del capitalisme. I hi ha qui repeteix sistemàticament que la recessió econòmica és la conseqüència de la política erràtica d’un govern incompetent, que actua amb improvisació i falta de rigor. El que admet tothom és que els efectes de la crisi es notaran durant molt de temps. Un període indefinit. La resignació s’estén, però els amos del capital aprofiten la desmobilització social per treure el millor profit de la situació present i futura. Identifiquen recuperació econòmica amb creixement constant del benefici i no ho poden entendre d’una altra manera. Per això necessiten precaritzar més i més les condicions de treball dels assalariats.

Reclamen una reforma del mercat laboral en el mateix sentit que totes les que s’han fet en els darrers anys, sense adonar-se’n que la cosa ja no dona per més, que la flexibilitat té límits i que, probablement, l’origen de la crisi es troba també en l’extrema devaluació de les rendes del treball.

Paradoxalment, dirigents socialdemòcrates, des dels governs o des de l’oposició, s’esforcen en identificar-se amb la lògica de la iniciativa privada.

A Catalunya, el conseller d’Economia va alçar la veu per reclamar “un gran pacte que inclogui una reforma laboral”. Una reforma que, segons ell, ha de significar alguna cosa més que l’abaratiment de l’acomiadament. Què més ha d’incloure aquesta reforma? No ho diuen. Quantes vegades més caldrà “flexibilitzar el mercat de treball”?

De vegades arriben a uns extrems de submissió insultants. El president Montilla va dir aquest estiu: “Estem amb els empresaris, en temps de crisi i sense crisi, són els que innoven i fan créixer el país”. Era el titular amb el que la l’oficina de comunicació presidencial resumia la seva intervenció durant una visita a un grup empresarial, instal·lat en l’antiga seu d’un altre, i que havia conservat un terç dels llocs de treball!

Quina necessitat hi ha d’arrossegar-se d’aquesta manera? De què serveix aquesta manifestació de vassallatge? Quin sentit pot tenir per un dirigent socialista l’afirmació de l’hegemonia i el protagonisme permanent del capital?

Cal fer front a la crisi, cert. Els vells esquemes no serveixen, es veritat. Les xifres sobre l’augment de l’atur esgarrifen. Les fórmules de sempre per donar confiança als empresaris s’han demostrat inútils. Cal una reforma que faci possible la valoració del treball i l’apreci dels professionals pel propi lloc de feina, que endureixi el cost de qualsevol acomiadament per causes econòmiques, dignifiqui els salaris de la majoria i redueixi els guanys dels directius, humanitzi els horaris de treball, democratitzi la gestió de les empreses, estimuli la participació, afavoreixi el sector públic, orienti la producció de mercaderies a la satisfacció de les necessitats de la ciutadania i pemeti que la prestació de serveis s’organitzi en favor del benestar social.

Les organitzacions del treballadors han de fer alguna cosa més que resistir davant les agressions. Quan ho facin, quan reivindiquin la civilització i humanització de la vida econòmica apareixeran de nou com a organitzacions útils, creixeran i es transformaran en el principal agent per fer front a la crisi indefinida del sistema capitalista.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Editorialisme morbós

Un bon grapat de professionals especialitzats en editorialisme ens fan venir al cap prou sovint aquells vells capellans de mentalitat recargolada i sexualitat reprimida, que seien al confessionari a escoltar els pecats carnals de joves i adolescents.

“Això que em dius, noi, ja saps que és un pecat molt gros”, deien amb veu baixeta quan qualsevol xaval, lluitant contra la seva pròpia vergonya, s’acostava per explicar el que havia fet la tarda del diumenge al cinema amb la seva xicota. Déu, li havien dit al xaval, era immensament misericordiós, però el mossen aprofitava la seva condició de sever intermediari del cel per gaudir de fantasies eròtiques, alimentades pel relat de qui es sentia culpable d’haver caminat per paratges prohibits o, senzillament, d’haver desitjat el que no devia.

“I ja saps que fent això li vas faltar el respecte a la teva nòvia?”
“I on va ser que li vas demanar això?” “I què més li vas dir?” “I la vas tocar?” “Ella també va pecar doncs?”... L’absolució tenia aquest peatge, a banda de les oracions i sacrificis imposats com a penitència.

Ara els confessors han perdut capacitat d’orientació. Per substituir-los tenim uns quants “periodistes” opinadors, que sovint fan com que s’escandalitzen davant de la realitat més morbosa que troben, de la qual treuen tot el profit possible.

La brossa que avui es difon a través d’alguns espais de televisió no s’explica probablement als confessionaris. Hi ha una altra mena de directors espirituals. Són els que s’encarreguen de remenar, treure de la galleda, reproduir i comentar, una i altra vegada, els mateixos continguts en altres programes, hipotèticament dedicats a la crítica, on es presta la més gran atenció al més obscè dels programes més escabrosos.

El mateix fenomen es produeix també en alguns mitjans escrits. El País va “denunciar”, sense estalviar paper, amb un seguit d’imatges de grans dimensions, la degradació de la prostitució al centre de Barcelona. Un reportatge realment indecent, en el sentit estricte de la paraula, per la seva tremenda crueltat amb les noies, fotografiades en companyia dels seus indesitjables i repugnants clients.

La resta de mitjans no va trigar en seguir l’exemple d’”El periódico global en español”. Van perseguir prostitutes durant dies i dies, per “recollir el seu testimoni”.

Per arrodonir la tasca informativa, el diari que es va lluir amb tan heroica exclusiva va alliçonar moralment als lectors amb un editorial. “Una realidad incómoda”, van titular. I parlava com sempre de màfies que el diari mai s’ha esforçat en identificar, d’escenes crues, de la falta de precaucions sanitàries i de la passivitat del govern, “competente en materia de extranjería”.

L’editorialista enllestia el seu exercici d’hipocresia amb una rutinària reflexió sobre la inexistència de respostes senzilles i els inconvenients que presenta la prohibició del comerç sexual. El País sembla que s’inclina a favor de la regulació. Mentre espera que es reguli d’alguna manera l’esclavització de noies sense recursos, aquest i altres diaris segueixen protegint la intimitat dels “puteros” i publicant els anuncis dels proxenetes que es neguen a denunciar.